TEMA: TH 507 ANGELOLOGÍA
TO:
FAITH THEOLOGICAL SEMINARY AND CHRISTIAN COLLEGE
CATEDRATICO
LUIS RODRÍGUEZ
FROM:
ALUMNO
MARIO IVÁN SANDOVAL
TEMA: TH 507 ANGELOLOGÍA
EN CUMPLIMIENTÓ DEL CURSO DE ANGELOLOGÍA PARA
MASTER EN TEOLOGÍA.
NOVIEMBRE, 2010
Tabla de Contenido
# de Pagína
Tabla de Contenido 2
Introducción 3
La doctrina de los angeles en la Historia 4
La Existencia de los Angeles 7
Valores cristianos en el estudio de los Angeles 9
A. Humildad 9
B. Confianza, Seguridad, y Calma 10
C. Responsabilidad Cristiana 10
D. Sano Optimismo 10
E. Un concepto correcto y cristiano de nosotros mismos 10
F. Un Temor Reverencial 11
G. Participaron en la Historia de la Salvación 11
El lugar de Satanás y los Demonios en la Teología Cristiana 12
Conclusión 14
Bíbliografía 15
Introducción
Aunque se menciona a los ángeles en muchos lugares en al Biblia, más frecuentemente en el Nuevo Testamento que en el Antiguo, muchos estarían de acuerdo con Tim Unsworth: “Al parecer, es difícil llegar a tener una idea clara sobre ellos”. Con todo, el examen de estos seres creados nos puede acarrear beneficios espiritual. Una razón por la cual es muy difícil “llegar a tener una idea clara” sobre los ángeles, es que la teología de los ángeles es incidental a la Escrituras, y no su foco primordial. Los textos angélicos siempre tienen a Dios o a Cristo como el punto de enfoque (Is. 6:1-3; Ap. 4:7-11). La mayor parte de las apariciones angélicas son fregases y sin que haya mediado provocación o predicación. Tales manifestaciones apoyan la verdad; nunca la formulan. “Cuando se les menciona, siempre es para informarnos más acerca de Dios, lo que Él hace y como lo hace, y tambien lo que el exige”. Es decir, que la insistencia mayor de la Biblia se centra en el Salvador, y no en quienes lo sirven; en el Dios de los ángeles, y no en los ángeles de Dios. Aunque se escoja a los ángeles como método ocasional de revelación, ellos nunca constituyen el mensaje. No obstante, el estudio de los puede constituirse en un reto, no sólo para la mente, sino también para el corazon.
1. La doctrina de los angeles en la Historia
Desde los meros principios de la era Cristiana se encuentran evidencias claras de la creencia en la existencia de los ángeles. Unos eran reconocidos como buenos y otros como malos. Los primeros eran tenidos en alta estima como seres personales de un orden elevado; dotados de libertad moral; empleados en el gozoso servicio de Dios y ocupados por El para ministrar al bienestar de los hombres. Según algunos de los primitivos Padres de la Iglesia tenían cuerpos delicadamente eternos. La convicción general era que los ángeles fueron creados buenos; pero que algunos abusaron de su libertada y cayeron apartándose de Dios. Satanas, que originalmente fue un ángel de rango eminente, era considerado como jefe de ellos. La causa de su caída fue su orgullo y la pecaminosidad de su ambición; en tanto que la caída de sus subordinados es atribuida a la lujuria con que se sintieron atraídos por las hijas de los hombres. Este concepto se fundaba en la interpretación que comúnmente se daba a Génesis 6:2. al lado de la idea general de que los ángeles ministraban a las necesidades y al bienestar de los creyentes, algunos acariciaban la noción especifica de que los ángeles servían como guardianes para personas e iglesias individuales. Las calamidades de varias clases, como enfermedades, accidentes y perdidas, se atribuían frecuentemente a la perniciosa influencia de los malos espíritus. La idea de una jerarquía angélica ya había hecho aparición (clemente de Alejandria), pero no se consideraba correcto adorar a ninguno de los ángeles.
A medida que el tiempo pasaba seguía considerándose a los ángeles como espíritus bienaventurados, superiores a los hombres en conocimiento, y libres de los impedimentos de los toscos cuerpos materiales. Aunque algunos todavía les a tribuían finos cuerpos eternos se hacía cada vez grande la incertidumbre acerca de que poseyeran tales cuerpos materiales. Aquellos que todavía se aferran a la idea de que poseyeran o fueran corpóreos, lo hacían, segun parease, para sostener la verdad de que fueran o estaban sujetos a limitaciones espaciales. Dionisio el areopagita dividía los ángeles en tres clases: La primera consistía de Tronos, Querubines, y Serafines; la Segunda de Poderes, Dominios, y Potestades; y la tercera, de Principados, Arcangeles, y ángeles. La primera classe se representaba gozando de la mas estrecha comunicación con Dios; la Segunda como iluminada por la primera; y la tercera como iluminada por la Segunda. Agustín insistía en el hecho de que los ángeles buenos habían sido recompensados por su obediencia, con el don de la preseverancia, la cual consiguió la seguridad de que jamas caerían.
El orgullo todavia se consideraba la causa de la caida de Satanás; pero la idea de que el resto de los ángeles cayó como resultado de su lujuria por las hijas de las hijas de los hombres, aunque todavía era sostenida por algunos, iba desapareciendo, gradualmente bajo una mejor égesis de Génesis 6:20. Una influencia benéfica se atribuía a los ángeles que no habían caído, mientras que los caídos se les consideraba como corruptores de los corazones humanos, que los estimulaban a la herejias y que engendraban dolencias y calamidades. Las tendencias politeístas de muchos convertidos al cristianismo fomentaron la inclinación de adorar a los ángeles. Tal adoración fue formalmente condenada por un concilio en Laodicea en el siglo IV.
Durante la edad media quedaban todavía algunos que se inclinaban a aceptar que los ángeles tenían cuerpos etéreos; pero la opinión predominante los consideraba incorporeos. Las apariciones angélicas se explicaban dando por hecho que en tales casos los ángeles adoptaban formas corporales, temporalmente, para entregar la revelaciones que se les encomendaban. Entre los escolasticos se presentó una variedad de puntos para debate. En cuanto al tiempo de la creación de los ángeles la opinión dominante era que fueron creados al mismo tiempo en el universo material. En tanto que algunas sostenían que los ángeles fueron creados en estado de gracia, la opinión era que habían sido creados en un estado de perfección natural. Había muy poca diferencia de opinión en cuanto a la pregunta de que si se puede decir que los angeles ocupaban un lugar en el espacio. La respuesta que se acostumbraba a dar era afirmativa, puesto que solamente los cuerpos pueden estar en el espacio circunscriptivamente. Mientras todos los escolasticos convenían en que el conocimiento de los angeles era limitado, los tomistas y los escotistas diferían considerablemente respecto a la naturaleza de este conocimiento infuso la tiempo de su creación; pero Tomas de Aguino negaba, y Duns Escoto afirmaba que los angeles bien podrían adquirir nuevos conocimientos por medio de su propia actividad intelectual. El primero consideraba que el conocimiento de los angeles es puramente intituivo; pero el último aseguraba que tambien podía ser discursivo.
2. La Existencia de los Angeles
Todas las religiones, reconocen la existencia de un mundo espiritual. Sus mitologías hablan de dioses, semidioses, espíritus, demonios, genios, héroes, etc.
En las tradiciones paganas (algunas de las cuales influyeron en el judaísmo tardío), los angeles eran considerados seres divinos algunas veces, otras, fenomenos naturales. Eran seres que hacían las buenas obras. Esta confusión se refleja en el hecho que, tanto la palabra hebrea Mal’ak como la griega ánguelos tienen dos significados. El significado en ambos casos es mensajero; pero ese mensajero, según cual sea el contexto, puede ser un mensajero humano, o un celestial; un ángel.
Entre los persas, especialmente, fue donde la doctrina de los angeles se desarollo y muchos eruditos criticos aseguran que los judios derivaron su Angelologia, de los persas; pero esta teoria no esta probada, y para decir lo menos posible acerca de ella es muy dudosa.
Mas tarde, los Asirios y lod griegos les pusieron alas a algunos seres senidivinos. Hermes tenía alas en los talons of Eros, “el veloz espíritu volador del amor apasionada”, las tenia en la espalda. Añadiendo una idea juguetona, los romanos inventaron a Cuipido, el dios del amor erótico, representado como un travieso chiquillo que lanzaba invisible flechas de amor para alentar los romances de la humanidad. Platón (alrededor del 427-347 a. C.) habló eficientemente de unos angeles guardianes. La iglesia cristiana siempre ha creido en la existencia de angeles; pero en la moderna teología ancha esta creencia ha sido desechada, aunque todavía considera la teoria angélica como útil puesto que imprime sobre nosotros “el poder viviente de Dios en al historia de la redención, su providencia especialísima para su pueblo y especialmente para los pequeñitos”. Aunque hombres de la falla de Libnitz, Wolf, Kant, y Schleiermacher, admitieron la posibilidad de la existencia de un mundo angelical, y algunos de ellos hasta trataron de probarlo mediante argumentación racional, es del todo evidente que la filosofía no puede probar la existencia de los angeles.
Por lo mismo, dejándola, nos volvemos a la Escritura, la cual no hace intento deliberado de probar la existencia de los angeles, sino que la admite por completo, y en los libros históricos repetidamente nos presenta a los angeles en acción. Ninguno de los que se inclinan ante la autoridad de la palabra de Dios puede dudar de la existencia de los angeles.
3. Valores cristianos en el estudio de los Angeles
A. Humildad- Los angeles son seres cercanos a Dios y, sin embargo, sirven a los creyentes la mayor parte de las veces de maneras invisibles, algunas desconocidas por nosotros. Son ejemplos puros de servicio humilde, que búsca sólo la gloria de Dios y el bien de los demás. Personifican lo que puede ser el servicio del cristiano.
B. Confianza, Seguridad, y Calma. En momentos de desesperación, Dios asigna a estos poderosos seres para que asistan a los más débiles entre los creyentes. Debido a esto, la calma y la seguridad pueden caracterizar nuestra vida cristiana.
C. Responsabilidad Cristiana. Tanto Dios como los angeles son testigos de las más impías acciones del cristiano (1 Cor. 4:9) ¡Que gran motivo para que los creyentes se comporten de una manera digna!
D. Sano Optimismo. Desafiando al mismo maligno, los angeles buenos decidieron y siguen decidiendo servir a los santos propósitos de Dios. En consecuencia, su ejemplo hace plausible el servicio sagrado a un Dios perfecto en este universo imperfecto. En un día futuro, los angeles me dirán en la expulsión de todos los que sean malvados (Mt. 13:41-42, 49-50). Esto nos anima a un sanó optimismo en medio de todas las situaciones de la vida.
E. Un concepto correcto y cristiano de nosotros mismos. El ser humano fue creado “poco menor que los angeles (Sal. 8:5). Sin embargo, en Cristo, la humanidad redimida queda elevada muy por encima de estos magníficos siervos de Dios y de su pueblo (Ef. 1:3-12.
F. Un Temor Reverencial. Hombres como Isaías y Pedro, y mujeres como Ana y Maria: “Reconocieron todos, todos la Santidad cuando apareció en forma angélica, y su reacción fue la adecuada”.
G. Participaron en la Historia de la Salvación. Dios usó angeles, Miguel y Gabriel en especial, en la historia sagrada, a fin de preparar las cosas para el Mesías. Mas tarde, los angeles proclamaron y adoraron a Cristo en abnegado servicio. Una comprensión correcta de ellos deberá llevar a los creyentes a hacer lo mismo.
Con todo, cada ve que haya una experiencia hoy con angeles, las enseñanzas de las Escrituras deberán interpretar dicha experiencia. Cuando apareció el ángel Gabriel, traía un mensaje que glorificaba a Dios. En cambio, las afirmaciones de José Smith con respecto a la visitaciones de los angeles condujeron directamente a sendas de error.
Los estudios de los angeles es una parte de la teología, poseedora de valor tangencial y de consecuencias para otras enseñanzas de la Biblia; por ejemplo, la naturaleza de la Palabra inspirada de Dios, puesto que los angeles mediaron la ley dada a Moisés (Hch. 7:38, 53; Ga. 3:19; He. 2:2) la naturaleza de Dios, puesto que los angeles asisten al Dios santo del universo; y la naturaleza de Cristo y el final de los tiempos, puesto que los angeles estan incluidos en los acontecimientos, tanto de la primera venida de Cristo, como la Segunda.
El lugar de Satanás y los Demonios en la Teología Cristiana
¿Hay un lugar digno para la demología dentro de la teología cristiana? El poeta Howard Nemerov dijo: “Debo ser muy cauteloso al hablar del Diablo, no sea que piensan que lo estoy invocando”. Barth dijo que sólo le daría un “vistazo” rápido y tajante al aspecto de la demonología, no fuera a ser que le diera mas peso y atención a lo demoníaco, que lo absolutamente necesario.
Por otra parte, abundan ministerios de liberación y de guerra espiritual que centran su atención en el ámbito de los demoníaco. Algunos han señalado un aspecto de preocupación espiritual y teológica descuida por la Iglesia, y han tratado de operar dentro de un concepto bíblico de la demonología. Sin embargo, ha habido quienes se han ido claramente mas allá del lugar legítimo que le da la palabra de Dios, la Biblia, a lo demoníaco.
Con frecuencia se le han concedido al diablo una cierta gloria y legitimidad. Se reduce toda la actividad redentora de Dios a la destrucción del diablo, de tal manera que se llegan a estudiar todos los demás aspectos de la teología a la luz de la demonología.
Conclusión
El servicio extraordinario de los angeles se hizo necesario a causa de la caída del hombre y constituye uno de los eleméntos importantes en la revelación especial de Dios. Con frecuencia median en las revelaciones especiales de Dios; comunican bendiciones a su pueblo, y ejecutan juicios sobre sus enemigos. Su actividad es más prominente en los grandes momentos criticos de la economía de la salvación, como en los días de los patriarcas, la época de la entrega de la ley, el período de la deportación y el de la restauración, y el nacimiento, la resurrección, y la ascensión del Señor. Cuando s cierra el periodo de la revelación especial de Dios el servicio extraordinario de los angeles cesa, y solamente recomenzará hasta el regreso del Señor.
Aunque se menciona a los angeles un buen número de veces, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, “para decirlo de manera abrupta, la mayor parte del tiempo no son nada que nos concierna. Lo que realmente nos concierne es aprender a amar a Dios y a nuestro prójimo. La claridad. La Santidad. He aquí toda la labor que nos ha sido preparada”.
Bibliografia
1. Berkhof, L., Teología Systematica, Editorial T.E.L.L., Grand Rapids, USA 1969
2. Nelson, Wilson M., Nuevo Dicciónario Ilustrado de la Biblia, Editorial Caribe, 1998
3. Richardson, Stanton, Manual de Teología Biblica, Editorial Clie, 1998
4. Vine, W. E., Dicciónario Biblico Expositivo, Editorial Caribe
5. Horton, Stanley M, Teología Systematica, Editorial Vida, 1996
6. Henry, Mathew, Comentario de la Biblia, Editorial Caribe, 1999
7. Scofiel, C.I., Biblia Anotada, Antigua Versión, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, 1959-1960
FAITH THEOLOGICAL SEMINARY AND CHRISTIAN COLLEGE
CATEDRATICO
LUIS RODRÍGUEZ
FROM:
ALUMNO
MARIO IVÁN SANDOVAL
TEMA: TH 507 ANGELOLOGÍA
EN CUMPLIMIENTÓ DEL CURSO DE ANGELOLOGÍA PARA
MASTER EN TEOLOGÍA.
NOVIEMBRE, 2010
Tabla de Contenido
# de Pagína
Tabla de Contenido 2
Introducción 3
La doctrina de los angeles en la Historia 4
La Existencia de los Angeles 7
Valores cristianos en el estudio de los Angeles 9
A. Humildad 9
B. Confianza, Seguridad, y Calma 10
C. Responsabilidad Cristiana 10
D. Sano Optimismo 10
E. Un concepto correcto y cristiano de nosotros mismos 10
F. Un Temor Reverencial 11
G. Participaron en la Historia de la Salvación 11
El lugar de Satanás y los Demonios en la Teología Cristiana 12
Conclusión 14
Bíbliografía 15
Introducción
Aunque se menciona a los ángeles en muchos lugares en al Biblia, más frecuentemente en el Nuevo Testamento que en el Antiguo, muchos estarían de acuerdo con Tim Unsworth: “Al parecer, es difícil llegar a tener una idea clara sobre ellos”. Con todo, el examen de estos seres creados nos puede acarrear beneficios espiritual. Una razón por la cual es muy difícil “llegar a tener una idea clara” sobre los ángeles, es que la teología de los ángeles es incidental a la Escrituras, y no su foco primordial. Los textos angélicos siempre tienen a Dios o a Cristo como el punto de enfoque (Is. 6:1-3; Ap. 4:7-11). La mayor parte de las apariciones angélicas son fregases y sin que haya mediado provocación o predicación. Tales manifestaciones apoyan la verdad; nunca la formulan. “Cuando se les menciona, siempre es para informarnos más acerca de Dios, lo que Él hace y como lo hace, y tambien lo que el exige”. Es decir, que la insistencia mayor de la Biblia se centra en el Salvador, y no en quienes lo sirven; en el Dios de los ángeles, y no en los ángeles de Dios. Aunque se escoja a los ángeles como método ocasional de revelación, ellos nunca constituyen el mensaje. No obstante, el estudio de los puede constituirse en un reto, no sólo para la mente, sino también para el corazon.
1. La doctrina de los angeles en la Historia
Desde los meros principios de la era Cristiana se encuentran evidencias claras de la creencia en la existencia de los ángeles. Unos eran reconocidos como buenos y otros como malos. Los primeros eran tenidos en alta estima como seres personales de un orden elevado; dotados de libertad moral; empleados en el gozoso servicio de Dios y ocupados por El para ministrar al bienestar de los hombres. Según algunos de los primitivos Padres de la Iglesia tenían cuerpos delicadamente eternos. La convicción general era que los ángeles fueron creados buenos; pero que algunos abusaron de su libertada y cayeron apartándose de Dios. Satanas, que originalmente fue un ángel de rango eminente, era considerado como jefe de ellos. La causa de su caída fue su orgullo y la pecaminosidad de su ambición; en tanto que la caída de sus subordinados es atribuida a la lujuria con que se sintieron atraídos por las hijas de los hombres. Este concepto se fundaba en la interpretación que comúnmente se daba a Génesis 6:2. al lado de la idea general de que los ángeles ministraban a las necesidades y al bienestar de los creyentes, algunos acariciaban la noción especifica de que los ángeles servían como guardianes para personas e iglesias individuales. Las calamidades de varias clases, como enfermedades, accidentes y perdidas, se atribuían frecuentemente a la perniciosa influencia de los malos espíritus. La idea de una jerarquía angélica ya había hecho aparición (clemente de Alejandria), pero no se consideraba correcto adorar a ninguno de los ángeles.
A medida que el tiempo pasaba seguía considerándose a los ángeles como espíritus bienaventurados, superiores a los hombres en conocimiento, y libres de los impedimentos de los toscos cuerpos materiales. Aunque algunos todavía les a tribuían finos cuerpos eternos se hacía cada vez grande la incertidumbre acerca de que poseyeran tales cuerpos materiales. Aquellos que todavía se aferran a la idea de que poseyeran o fueran corpóreos, lo hacían, segun parease, para sostener la verdad de que fueran o estaban sujetos a limitaciones espaciales. Dionisio el areopagita dividía los ángeles en tres clases: La primera consistía de Tronos, Querubines, y Serafines; la Segunda de Poderes, Dominios, y Potestades; y la tercera, de Principados, Arcangeles, y ángeles. La primera classe se representaba gozando de la mas estrecha comunicación con Dios; la Segunda como iluminada por la primera; y la tercera como iluminada por la Segunda. Agustín insistía en el hecho de que los ángeles buenos habían sido recompensados por su obediencia, con el don de la preseverancia, la cual consiguió la seguridad de que jamas caerían.
El orgullo todavia se consideraba la causa de la caida de Satanás; pero la idea de que el resto de los ángeles cayó como resultado de su lujuria por las hijas de las hijas de los hombres, aunque todavía era sostenida por algunos, iba desapareciendo, gradualmente bajo una mejor égesis de Génesis 6:20. Una influencia benéfica se atribuía a los ángeles que no habían caído, mientras que los caídos se les consideraba como corruptores de los corazones humanos, que los estimulaban a la herejias y que engendraban dolencias y calamidades. Las tendencias politeístas de muchos convertidos al cristianismo fomentaron la inclinación de adorar a los ángeles. Tal adoración fue formalmente condenada por un concilio en Laodicea en el siglo IV.
Durante la edad media quedaban todavía algunos que se inclinaban a aceptar que los ángeles tenían cuerpos etéreos; pero la opinión predominante los consideraba incorporeos. Las apariciones angélicas se explicaban dando por hecho que en tales casos los ángeles adoptaban formas corporales, temporalmente, para entregar la revelaciones que se les encomendaban. Entre los escolasticos se presentó una variedad de puntos para debate. En cuanto al tiempo de la creación de los ángeles la opinión dominante era que fueron creados al mismo tiempo en el universo material. En tanto que algunas sostenían que los ángeles fueron creados en estado de gracia, la opinión era que habían sido creados en un estado de perfección natural. Había muy poca diferencia de opinión en cuanto a la pregunta de que si se puede decir que los angeles ocupaban un lugar en el espacio. La respuesta que se acostumbraba a dar era afirmativa, puesto que solamente los cuerpos pueden estar en el espacio circunscriptivamente. Mientras todos los escolasticos convenían en que el conocimiento de los angeles era limitado, los tomistas y los escotistas diferían considerablemente respecto a la naturaleza de este conocimiento infuso la tiempo de su creación; pero Tomas de Aguino negaba, y Duns Escoto afirmaba que los angeles bien podrían adquirir nuevos conocimientos por medio de su propia actividad intelectual. El primero consideraba que el conocimiento de los angeles es puramente intituivo; pero el último aseguraba que tambien podía ser discursivo.
2. La Existencia de los Angeles
Todas las religiones, reconocen la existencia de un mundo espiritual. Sus mitologías hablan de dioses, semidioses, espíritus, demonios, genios, héroes, etc.
En las tradiciones paganas (algunas de las cuales influyeron en el judaísmo tardío), los angeles eran considerados seres divinos algunas veces, otras, fenomenos naturales. Eran seres que hacían las buenas obras. Esta confusión se refleja en el hecho que, tanto la palabra hebrea Mal’ak como la griega ánguelos tienen dos significados. El significado en ambos casos es mensajero; pero ese mensajero, según cual sea el contexto, puede ser un mensajero humano, o un celestial; un ángel.
Entre los persas, especialmente, fue donde la doctrina de los angeles se desarollo y muchos eruditos criticos aseguran que los judios derivaron su Angelologia, de los persas; pero esta teoria no esta probada, y para decir lo menos posible acerca de ella es muy dudosa.
Mas tarde, los Asirios y lod griegos les pusieron alas a algunos seres senidivinos. Hermes tenía alas en los talons of Eros, “el veloz espíritu volador del amor apasionada”, las tenia en la espalda. Añadiendo una idea juguetona, los romanos inventaron a Cuipido, el dios del amor erótico, representado como un travieso chiquillo que lanzaba invisible flechas de amor para alentar los romances de la humanidad. Platón (alrededor del 427-347 a. C.) habló eficientemente de unos angeles guardianes. La iglesia cristiana siempre ha creido en la existencia de angeles; pero en la moderna teología ancha esta creencia ha sido desechada, aunque todavía considera la teoria angélica como útil puesto que imprime sobre nosotros “el poder viviente de Dios en al historia de la redención, su providencia especialísima para su pueblo y especialmente para los pequeñitos”. Aunque hombres de la falla de Libnitz, Wolf, Kant, y Schleiermacher, admitieron la posibilidad de la existencia de un mundo angelical, y algunos de ellos hasta trataron de probarlo mediante argumentación racional, es del todo evidente que la filosofía no puede probar la existencia de los angeles.
Por lo mismo, dejándola, nos volvemos a la Escritura, la cual no hace intento deliberado de probar la existencia de los angeles, sino que la admite por completo, y en los libros históricos repetidamente nos presenta a los angeles en acción. Ninguno de los que se inclinan ante la autoridad de la palabra de Dios puede dudar de la existencia de los angeles.
3. Valores cristianos en el estudio de los Angeles
A. Humildad- Los angeles son seres cercanos a Dios y, sin embargo, sirven a los creyentes la mayor parte de las veces de maneras invisibles, algunas desconocidas por nosotros. Son ejemplos puros de servicio humilde, que búsca sólo la gloria de Dios y el bien de los demás. Personifican lo que puede ser el servicio del cristiano.
B. Confianza, Seguridad, y Calma. En momentos de desesperación, Dios asigna a estos poderosos seres para que asistan a los más débiles entre los creyentes. Debido a esto, la calma y la seguridad pueden caracterizar nuestra vida cristiana.
C. Responsabilidad Cristiana. Tanto Dios como los angeles son testigos de las más impías acciones del cristiano (1 Cor. 4:9) ¡Que gran motivo para que los creyentes se comporten de una manera digna!
D. Sano Optimismo. Desafiando al mismo maligno, los angeles buenos decidieron y siguen decidiendo servir a los santos propósitos de Dios. En consecuencia, su ejemplo hace plausible el servicio sagrado a un Dios perfecto en este universo imperfecto. En un día futuro, los angeles me dirán en la expulsión de todos los que sean malvados (Mt. 13:41-42, 49-50). Esto nos anima a un sanó optimismo en medio de todas las situaciones de la vida.
E. Un concepto correcto y cristiano de nosotros mismos. El ser humano fue creado “poco menor que los angeles (Sal. 8:5). Sin embargo, en Cristo, la humanidad redimida queda elevada muy por encima de estos magníficos siervos de Dios y de su pueblo (Ef. 1:3-12.
F. Un Temor Reverencial. Hombres como Isaías y Pedro, y mujeres como Ana y Maria: “Reconocieron todos, todos la Santidad cuando apareció en forma angélica, y su reacción fue la adecuada”.
G. Participaron en la Historia de la Salvación. Dios usó angeles, Miguel y Gabriel en especial, en la historia sagrada, a fin de preparar las cosas para el Mesías. Mas tarde, los angeles proclamaron y adoraron a Cristo en abnegado servicio. Una comprensión correcta de ellos deberá llevar a los creyentes a hacer lo mismo.
Con todo, cada ve que haya una experiencia hoy con angeles, las enseñanzas de las Escrituras deberán interpretar dicha experiencia. Cuando apareció el ángel Gabriel, traía un mensaje que glorificaba a Dios. En cambio, las afirmaciones de José Smith con respecto a la visitaciones de los angeles condujeron directamente a sendas de error.
Los estudios de los angeles es una parte de la teología, poseedora de valor tangencial y de consecuencias para otras enseñanzas de la Biblia; por ejemplo, la naturaleza de la Palabra inspirada de Dios, puesto que los angeles mediaron la ley dada a Moisés (Hch. 7:38, 53; Ga. 3:19; He. 2:2) la naturaleza de Dios, puesto que los angeles asisten al Dios santo del universo; y la naturaleza de Cristo y el final de los tiempos, puesto que los angeles estan incluidos en los acontecimientos, tanto de la primera venida de Cristo, como la Segunda.
El lugar de Satanás y los Demonios en la Teología Cristiana
¿Hay un lugar digno para la demología dentro de la teología cristiana? El poeta Howard Nemerov dijo: “Debo ser muy cauteloso al hablar del Diablo, no sea que piensan que lo estoy invocando”. Barth dijo que sólo le daría un “vistazo” rápido y tajante al aspecto de la demonología, no fuera a ser que le diera mas peso y atención a lo demoníaco, que lo absolutamente necesario.
Por otra parte, abundan ministerios de liberación y de guerra espiritual que centran su atención en el ámbito de los demoníaco. Algunos han señalado un aspecto de preocupación espiritual y teológica descuida por la Iglesia, y han tratado de operar dentro de un concepto bíblico de la demonología. Sin embargo, ha habido quienes se han ido claramente mas allá del lugar legítimo que le da la palabra de Dios, la Biblia, a lo demoníaco.
Con frecuencia se le han concedido al diablo una cierta gloria y legitimidad. Se reduce toda la actividad redentora de Dios a la destrucción del diablo, de tal manera que se llegan a estudiar todos los demás aspectos de la teología a la luz de la demonología.
Conclusión
El servicio extraordinario de los angeles se hizo necesario a causa de la caída del hombre y constituye uno de los eleméntos importantes en la revelación especial de Dios. Con frecuencia median en las revelaciones especiales de Dios; comunican bendiciones a su pueblo, y ejecutan juicios sobre sus enemigos. Su actividad es más prominente en los grandes momentos criticos de la economía de la salvación, como en los días de los patriarcas, la época de la entrega de la ley, el período de la deportación y el de la restauración, y el nacimiento, la resurrección, y la ascensión del Señor. Cuando s cierra el periodo de la revelación especial de Dios el servicio extraordinario de los angeles cesa, y solamente recomenzará hasta el regreso del Señor.
Aunque se menciona a los angeles un buen número de veces, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, “para decirlo de manera abrupta, la mayor parte del tiempo no son nada que nos concierna. Lo que realmente nos concierne es aprender a amar a Dios y a nuestro prójimo. La claridad. La Santidad. He aquí toda la labor que nos ha sido preparada”.
Bibliografia
1. Berkhof, L., Teología Systematica, Editorial T.E.L.L., Grand Rapids, USA 1969
2. Nelson, Wilson M., Nuevo Dicciónario Ilustrado de la Biblia, Editorial Caribe, 1998
3. Richardson, Stanton, Manual de Teología Biblica, Editorial Clie, 1998
4. Vine, W. E., Dicciónario Biblico Expositivo, Editorial Caribe
5. Horton, Stanley M, Teología Systematica, Editorial Vida, 1996
6. Henry, Mathew, Comentario de la Biblia, Editorial Caribe, 1999
7. Scofiel, C.I., Biblia Anotada, Antigua Versión, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, 1959-1960
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