CUATRO RAZONES POR LA QUE EL MUNDO NO SE ACABA 12/21/12
CUATRO RAZONES POR LA QUE
EL MUNDO NO SE ACABA 12/21/12
Por Dr. Ramón Murray
(EE.UU. Agencia Orbita)
Estas cuatro razones tienen
que suceder primero que el fin del mundo y pasar mil años de gobierno de
Jesucristo, mas el día, ni la hora nadie la sabe.
PRIMERO: Ningún hombre, no importa lo que sea vidente, brujo o
científico puede saber el día, ni la hora en que se acabe el mundo. Solo Dios
lo sabe; y él dijo que nadie mas lo sabrá.
Mateo 24:3 Y estando él
sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte,
diciendo: Dinos, ¿cuándo
serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
24:4 Respondiendo Jesús, les
dijo: Mirad que nadie os engañe.
24:5 Porque vendrán muchos en
mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
24:35 El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán.
24:36 Pero del día y la hora
nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
SEGUNDO: Tiene que venir primero el levantamiento de la iglesia
por Jesucristo, la manifestación del anticristo; y la gran tribulación.
1 TESALONICENSES
4:16 Porque el Señor mismo
con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
4:17 Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor.
4:18 Por tanto, alentaos los
unos a los otros con estas palabras.
Colosenses
2:8 Mirad que nadie os engañe
por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
2 TESALONICENSES
Manifestación del hombre de
pecado
2:1 Pero con respecto a la
venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos,
hermanos,
2:2 que no os dejéis mover
fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por
palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor
está cerca.
2:3 Nadie os engañe en
ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se
manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
2:4 el cual se opone y se
levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se
sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
2:5 ¿No os acordáis que
cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
2:6 Y ahora vosotros sabéis
lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
2:7 Porque ya está en acción
el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta
que él a su vez sea quitado de en medio.
2:8 Y entonces se manifestará
aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá
con el resplandor de su venida;
2:9 inicuo cuyo advenimiento
es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
2:10 y con todo engaño de
iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la
verdad para ser salvos.
2:11 Por esto Dios les envía
un poder engañoso, para que crean la mentira,
2:12 a fin de que sean
condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en
la injusticia.
Mateo
24:6 Y oiréis de guerras y
rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto
acontezca; pero aún no es el fin.
24:7 Porque se levantará
nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y
terremotos en diferentes lugares.
24:8 Y todo esto será
principio de dolores.
24:9 Entonces os entregarán a
tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa
de mi nombre.
24:21 porque habrá entonces
gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta
ahora, ni la habrá.
24:22 Y si aquellos días no
fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos
días serán acortados.
TERCERO: La guerra de Armagedón, la segunda venida de Cristo, Jesucristo
juzgará; y gobernará a las naciones de la tierra por mil años.
Apocalipsis
16:13 Y vi salir de la boca
del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres
espíritus inmundos a manera de ranas;
16:14 pues son espíritus de
demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo,
para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
16:15 He aquí, yo vengo como
ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande
desnudo, y vean su vergüenza.
16:16 Y los reunió en el
lugar que en hebreo se llama Armagedón.
Mateo
24:27 Porque como el
relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre.
24:28 Porque dondequiera que
estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas
24:29 E inmediatamente
después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no
dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los
cielos serán conmovidas.
24:30 Entonces aparecerá la
señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus
de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo,
con poder y gran gloria.
24:31 Y enviará sus ángeles
con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos,
desde un extremo del cielo hasta el otro.
El juicio de las naciones
25:31 Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria,
25:32 y serán reunidas
delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta
el pastor las ovejas de los cabritos.
25:33 Y pondrá las ovejas a
su derecha, y los cabritos a su izquierda.
25:34 Entonces el Rey dirá a
los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
vosotros desde la fundación del
Apocalipsis
El jinete del caballo blanco
19:12 Sus ojos eran como
llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito
que ninguno conocía sino él mismo.
19:13 Estaba vestido de una
ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
19:14 Y los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos.
19:15 De su boca sale una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro;
y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
19:16 Y en su vestidura y en
su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Los mil años
20:1 Vi a un ángel que
descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
20:2 Y prendió al dragón, la
serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
20:3 y lo arrojó al abismo, y
lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones,
hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un
poco de tiempo.
20:4 Y vi tronos, y se
sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de
los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los
que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca
en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
20:5 Pero los otros muertos
no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera
resurrección.
20:6 Bienaventurado y santo
el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene
potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán
con él mil años.
CUARTO: El mundo se termina en la tierra para los que se
mueren, solo para comenzar una nueva vida en el otro mundo, pues el hombre es
eterno en la otra vida para bien o para mal. Luego después del milenio de
gobierno de Cristo vendrá el fin de la raza humana y las naciones que no
aceptar a Jesucristo como Dios y Señor.
El rico y Lázaro
Lucas
16:19 Había un hombre rico,
que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con
esplendidez.
16:20 Había también un
mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de
llagas,
16:21 y ansiaba saciarse de
las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían
las llagas.
16:22 Aconteció que murió el
mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el
rico, y fue sepultado.
16:23 Y en el Hades alzó sus
ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
16:24 Entonces él, dando
voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que
moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy
atormentado en esta llama.
16:25 Pero Abraham le dijo:
Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males;
pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
16:26 Además de todo esto,
una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que
quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
16:27 Entonces le dijo: Te
ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
16:28 porque tengo cinco
hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este
lugar de tormento.
16:29 Y Abraham le dijo: A
Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Mas los que amaron a
Cristo y vivieron píamente. 20:6
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios
y de Cristo, y reinarán con él mil años.
20:7 Cuando los mil años se
cumplan, Satanás será suelto de su prisión,
20:8 y saldrá a engañar a las
naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin
de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.
20:9 Y subieron sobre la
anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada;
y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.
20:10 Y el diablo que los
engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el
falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
El juicio ante el gran
trono blanco
20:11 Y vi un gran trono
blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y
el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
20:12 Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
20:13 Y el mar entregó los
muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que
había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
20:14 Y la muerte y el Hades
fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
20:15 Y el que no se halló
inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
2 Pedro
3:7 pero los cielos y la
tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para
el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
3:8 Mas, oh amados, no
ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como
un día.
3:9 El Señor no retarda su
promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.
3:10 Pero el día del Señor
vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras
que en ella hay serán quemadas.
3:11 Puesto que todas estas
cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa
manera de vivir,
3:12 esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
3:13 Pero nosotros esperamos,
según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la
justicia.
Así y entonces terminará
el mundo terrenal, por ahora tengan paz, y los que no han buscado de Dios
búsquelo ahora, pues si bien es cierto que el mundo no se acabara por ahora,
nuestra vida puede terminar en la tierra en cualquier momento, y nos toca irnos
de este mundo como Jenni Rivera.
Biblia Scofield
Versión Reina Valera del 1960
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