China: El imperio Comunista más Capitalista del Mundo
China: El imperio Comunista más Capitalista del Mundo
Por el Lic. Marco A. Uresti, Th.B.
Conocido siglos atrás en tiempos del mercader veneciano Marco Polo como el país de en medio,(Pues sus habitantes creían que su país estaba situado justo en el centro del mundo), China figura hoy en día como una mega potencia, con un poder económico, político y militar que hace girar al sistema capitalista de las potencias mundiales alrededor de su órbita tal como si fuera verdaderamente el centro del mundo.
El cómo y cuando pudo esta gran nación sobrevivir una hambruna que azotó la vida de 40 millones de seres humanos, para posteriormente levantarse hoy en día como la economía más fuerte y estable del mundo, tanto así que los Estados Unidos de América le adeuda una estratosférica cantidad de dinero, es no solo parte de la historia universal, sino un claro ejemplo de la convicción y determinación de una gran nación con un propósito fijo: salir adelante
Quien no conoce el pasado, no entiende el presente, y no puede planear el futuro; éste es un hecho que la cultura China ha mantenido vigente a través de la cabalgata de la historia y ha sido el combustible que mantiene esta fuerza motriz siempre consciente y bien coordinada.
En contraste con la mayoría de las culturas y pueblos contemporáneos que cada vez más se alejan de sus raíces e historia, en China se vive, piensa y diseña el futuro en base a un pasado, en el cual el suceso histórico favorable así como la derrota y errores juegan un papel de igual de importancia.
Como podríamos explicar, que sin base en una bien diseñada estrategia y conocimiento de causa-efecto se dio que en un periodo de 20 años (1981-2001) el nivel de pobreza de esta nación disminuyera de un 53% a tan solo un 8%; cuando se habla de una población de más de 1.5 billones de habitantes? Permíteme recordarte amable lector que la reforma económica de política de mercadeo fue introducida tan solo 30 años atrás en 1978!
Con el índice de crecimiento más rápido mundialmente (En dobles dígitos por más de una década), ocupando el segundo lugar en exportación, el tercero en importación y consumiendo el 75% de todo el acero producido mundialmente China ha invadido el mercado mundial con una velocidad relampagueante, eso sin olvidar su capacidad de manufactura y el casi completo acaparamiento de contratos de maquiladoras debido a su bajo costo de mano de obra, desplazando a otros países de Asia así como a países de América Latina a un segundo plano en materia de localización de empresas transnacionales.
Es por eso que hoy en día con una economía tambaleante a nivel global, donde las columnas y capiteles que sostienen la cultura capitalista se resquebrajan y parecen ceder bajo el peso de las economías infladas, que la economía de este país asiático se ve en contraste fuerte y bien basa mentada, casi con un dejo de inmunidad a la dolencia general, todo esto aunado al hecho de que el mercado nacional no se ha abierto completamente al exterior evitando los riesgos financieros internacionales.
Desde luego que no todo es leche y miel para esta gran nación y claro está que adolece de libertades individuales, pero también es necesario remarcar que para ser una nación que entró al siglo XX con un sistema de vida feudal y bajo un imperialismo total, han logrado triunfos colosales y han sabido poco a poco ir integrando la riqueza nacional para el bien de sus ciudadanos y no para el bien único de una burocracia gobernante.
Con el final de la Segunda Guerra Mundial y bajo el gobierno de Mao Tse-Tung China comenzó una carrera contra el reloj en materia de reestructuración, y para llevar a cabo una empresa de esta magnitud colosal se requirió de mano de hierro para aplicar leyes y estatutos que fuesen cumplidos al pie de la letra, siendo una de estas reformas el hacer de la Historia de China y la Historia Universal la base del conocimiento del individuo, el conocimiento de su pasado, la conciencia de su presente y su obligación para el futuro; medio por el cual el individuo entienda que su existencia no es un hecho aislado sino parte de una obra que requiere de unidad para que trascienda en el tiempo.
Es una tarea imposible el entender la idiosincrasia de esta cultura si desconocemos el hecho de que para ellos la noción de la relación tiempo-individuo-sociedad se ve desde una perspectiva muy diferente a la que el mundo occidental vive, pues en esta cultura oriental el tiempo no se confina a la edad laboral o a la longevidad del individuo, y por ende el individualismo desaparece y pasa a ser el resultado de su esfuerzo el bien de toda una sociedad.
Si algo nos ha demostrado este país es su constante evolución y es por eso que no es de dudarse que algún día no muy lejano el país cambie su postura con respecto a la libertad de religión y una diversidad política; un escenario diferente al que se vive ahora y obviamente muy distante del que se vivió el siglo pasado.
Finalizaré diciendo que: quizás muchos países del mundo deberían seguir el ejemplo de esta nación y volver su vista hacia los libros de Historia, observar el desarrollo de la humanidad a través de los grandes logros y los trágicos errores, propios y ajenos que han dado forma a este presente y que sin duda alguna nos podrían arrojar algo de luz a un futuro que cada día que pasa se ve más oscuro e incierto.
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