En el Huracán Irma: El gran Milagro de Dios por la oración de todos sus Hijos.
En el Huracán Irma: El
gran Milagro de Dios por la oración de todos sus Hijos.
Dr. Ramón Murray, Ph.D.
Autor.
EE.UU., (Dominican
Journal). Le hablé a mis líderes y estudiantes y les dije que Dios es
misericordioso, pero que también él es soberano, y que Dios no se manipula, no
se le decreta, ni se le ordena, Dios siempre tendrá cuidado de sus hijos, Dios
escucha las oraciones de sus santos en la tierra. En todo el salmo 34 podemos
leer esto "claman los justo y Jehová los escucha".
Esto no significa que escucha
Dios solo a tres, o a cuatro que se creen los más grandes y dueños de
territorios, Dios responde al clamor de todos sus hijos en la tierra, sin
excepción, Dios nos libró y preservó del huracán Irma por las oraciones y
humillación de todo un pueblo de Dios: de todos los lugares del mundo que
se unieron en cadenas oración, por Puerto Rico, RD, Las Islas americanas,
francesas, holandesas, británicas, y la Florida.
Por algunos lugares el
huracán no golpeó con el ojo directamente, pero golpeó, no se deshizo, en otros
lugares le dio con el ojo, no se deshizo, pero Dios protegió la vida, en
el caso de Cuba la golpeó y vidas se perdieron pero igualmente se oro por
Cuba, En Florida el huracán entró no se devolvió, no se deshizo, pero
Dios nos salvó el ojo no nos golpeó, pero golpeó a Marcos Island, y a Naples
con vientos de 142 MPH, pero Dios protegió las vidas humanas.
Dios es soberano y aún por
encima de nuestras oraciones él sabe lo que hace, y él nunca se equivoca,
siempre oremos, pero recordemos que la última palabra la tiene Dios,
nosotros, ni somos dioses, ni los jefes de Dios: dejemos la arrogancia de creer
que Dios está obligado a obedecer nuestras órdenes, Jesucristo mismo, no le dio
órdenes al padre: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y
diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo
quiero, sino como tú”.
En plena agonía de la muerte
en la cruz, clamó diciendo padre mío: “Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó
a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has desamparado? Dios en ese momento no le respondió, como muchas
oraciones de nosotros nunca han sido contestadas y solo Dios decidió el porqué.
El gran milagro que Dios hizo
en el Caribe y en Florida fue por amor y misericordia de las millones de
rodillas que se doblaron ante Dios en oración y humillación, y no de unos
cuantos iluminados que pronto se pelearan entre ellos por tomar la primicia de
a quien fue que Dios escuchó primero.
Cuando los hombres, decretan,
Pactan dan órdenes a Dios, Prohíben que algo pase en lo que ellos denominan su
territorios, se creen así mismo dioses, y se olvidan que Dios es soberano y que
es si él lo quieres así, y no por ordenes nuestras. (En lugar de lo cual
deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto ó aquello.
Santiago 4: 15)
Salmos 135:6 Todo cuanto el
SEÑOR quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos
los abismos. 7 El hace subir las nubes desde los extremos de la tierra, hace
los relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos.
A su voz se produce
muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la
tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus
depósitos.(Jeremías 10:13 RVR1960).
Jeremías 23:19 - Nueva
Versión Internacional 1999
El huracán del Señor se ha
desatado con furor; un torbellino se cierne amenazante sobre la cabeza de los
malvados.
ESA ES LA RAZÓN POR LO CUAL
EL HURACÁN IRMA NO SE DESHIZO: COMO DECRETARON, ORDENARON, DECLARARON; Y
PACTARON ALGUNOS.
¡DIOS ES SOBERANO!
Ver video https://youtu.be/OkJ7uxCVz4k
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