El papa pide recuperar la fe y reitera el matrimonio entre hombre y mujer
Primera encíclica: El papa pide recuperar la fe y
reitera el matrimonio entre hombre y mujer
CIUDAD DEL VATICANO- (EFE)
Cuatro meses después de llegar al pontificado, el papa Francisco publicó hoy su
primera encíclica, "Lumen fidei" (La luz de la fe), en la que subraya
la necesidad de recuperar la fe en el mundo actual "en el que la fe es
vista como un un salto al vacío que impide la libertad del hombre".
Francisco asegura también que
la fe no es intransigente y el creyente no es arrogante y que la fe "sin
verdad, no salva".
El papa Bergoglio reitera que
el matrimonio es "la unión estable entre un hombre y una mujer" y
exhorta a la pareja a cultivar la fe en la familia, con los hijos.
La encíclica ha sido escrita
en un tiempo récord y en la misma Francisco recoge las reflexiones sobre la fe
escritas por Benedicto XVI antes de renunciar al papado, por lo que está
considerada como escrita a "cuatro manos" y se suma a las encíclicas
de Ratzinger sobre la caridad y la esperanza.
El papa desvela que Benedicto
XVI ya había prácticamente completado esta encíclica. "Se lo agradezco y
asumo su valioso trabajo añadiendo al texto algunas aportaciones", señaló,
por lo que los observadores vaticanos la consideran la primera de Bergoglio y
la última de Ratzinger .
"Es urgente recuperar el
carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las
otras luces acaban languideciendo", subraya el papa Bergoglio en el texto,
en el que asegura que si desaparece la fe en Dios de nuestras ciudades,
"se debilitaría la confianza entre los hombres, que quedarían unidos sólo
por el miedo".
El texto comienza con una
referencia a Nietzsche, que criticaba al cristianismo por haber rebajado la
existencia humana, "quitando novedad y aventura a la vida".
El papa señala que para el
filósofo la fe era un espejismo que impide avanzar como hombres libres hacia el
futuro y que la fe acababa asociada a la oscuridad.
"Cuando falta la luz,
todo se vuelve confuso, es imposible distinguir el bien del mal", dice
Francisco, que exhorta a los cristianos a "no avergonzarse" de
confesar públicamente a Dios, "porque la fe ilumina la vida social".
Francisco afirma que la fe no
es un presupuesto que hay que dar por descontado, "sino un don de Dios que
debe ser alimentado y fortalecido", y tampoco algo privado o una opinión
subjetiva, "sino que nace de la escucha y está destinada a convertirse en
anuncio".El papa Bergoglio destaca que la fe sin verdad no salva, no da seguridad y que por ello recuperar la conexión de la fe con la verdad es hoy más necesario que nunca "debido a la crisis de verdad en que nos encontramos".
"En la cultura
contemporánea se tiende a menudo a aceptar como verdad sólo la verdad
tecnológica, lo que el hombre puede construir y medir con la ciencia. La verdad
grande, la que explica la vida personal y social es vista con sospecha",
denuncia el papa.
Francisco asegura que la
verdad no se impone con la violencia y no aplasta a la persona y que por ello
la fe no es intransigente y el creyente no es arrogante, "al contrario, la
verdad le hace humilde".
En el texto, el papa
argentino echando mano de Juan Pablo II indica que la fe y la razón se
refuerzan mutuamente, que los sacramentos son fundamentales para la transmisión
de la fe y que el primer ámbito que la fe ilumina es la familia.
El papa Bergoglio también se
refiere a los jóvenes y señala. que las Jornadas Mundiales de la Juventud -la
próxima será del 22 al 28 de julio próximo en Río de Janeiro- son momentos en
los que los muchachos "manifiestan la alegría de la fe, ya que aspiran a
una vida grande".
Francisco escribe también que
la fe está unida a la esperanza y hace un llamamiento: "No nos dejemos
robar la esperanza, no permitamos que la banalicen con soluciones y propuestas
inmediatas que obstruyen el camino".
La encíclica está dividida en
cuatro capítulos y ocupa 85 páginas.
El primero, "Hemos
creído en el amor", trata sobre la escucha de la llamada de Dios; el
segundo, "Si no creéis, no comprenderéis", es sobre la relación entre
la fe y la verdad; el tercero "Transmito lo que he recibido", se
centra en la nueva Evangelización, y el cuarto, "Dios prepara una ciudad
para ellos", sobre fe y el bien común.
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