Verso de Hoy

¿Qué es lo que hace al hispano el trabajador por excelencia en los Estados Unidos?



Por el Lic. Marco A. Uresti, Th.B.

¿Qué es lo que hace al hispano el trabajador por excelencia en los Estados Unidos?
¿Será un factor físico o mental?
Tanto como establecer un parámetro o patrón de características físicas o simplemente afirmar algo en base a ciertas estadísticas creo que sería un interminable tema de debate que sin duda no nos llevaría a encontrar una solución.
Lo que sí puedo afirmar, sin lugar a dudas es que muy adentro, plantado en nuestros corazones se encuentra un pensamiento, casi una nítida imagen, la imagen del buen trabajador que encuentra su lugar en la industria o cualquier otro medio de producción y que se destaca por su entereza, fortaleza y lealtad a prueba de todo hacia su patrón y empresa; Razón obvia de llenarle de orgullo y satisfacción.
¿Pero, que es lo que vemos en esta actitud? ¿Un sueño o una actitud tomada en base a la carencia de oportunidades? La verdad es que cualquiera que sea el evento, el hispano pide poco para ser feliz, quizás no conformismo, quizás solamente, su máxima felicidad radica en otros satis factores tal como lo es la unidad familiar.
Generación tras generación que llega a este país con un conocimiento previo de lo que le espera: ¡Lavar platos, pizcar fruta, lavar pisos, mantener jardines, palear cemento, etc., etc., todo tipo de trabajo rudo y mal pagado! Una mal práctica que se ha hecho costumbre y hoy día, casi ley, casi… casi… maldición.
Pero dice el dicho: “Para que la cuña apriete….Tiene que ser del mismo palo” Y así es que la mayor parte del maltrato viene precisamente de un connacional, quizás de alguien de tu mismo país, o aún más cerca, de tu mismo pueblo, o para colmo de abuso, hasta por parte de uno de tus familiares; En verdad que duele, pero no hay nada más cerca de la verdad.
Y es que la naturaleza de mucha de nuestra gente es totalmente revanchista: “Si yo sufrí,…a los que vienen después de mí, no les va a tocar fácil” ¡Ah no! Tiene que pasar por lo que yo pasé, tienen que sufrir lo que yo sufrí, tienen que ver las cosas tan difícil que les den ganas de regresarse a su país; Cuesta mucho salir adelante y no cualquiera va venir de buenas a primeras a disfrutar del sueño americano; No, no es justo, hay que sangrar al nuevo, al recién llegado hay que hacerle la vida de imposible y demostrarle que a esta tierra se vino a sufrir para ganar dinero decentemente.
No existe una ayuda o una solidaridad como entre otros grupos como el de los orientales o asiáticos que vienen siempre con el apoyo ayuda de un familiar y desde luego, eso sí, con la mentalidad bien puesta en algún día ser dueños de su propio comercio; no, el hispano que ya viene con invitación de trabajo es porque su amigo o pariente ya le consiguió un sueldo de miseria con un trabajo de esclavo y desde luego sin prestación alguna.
Ahora que por otro lado si un hispano logra salir adelante y crea su propio negocio, no gana e respeto de su gente sino al contrario, dicha ventura despertará toda clase de comentarios negativos del porqué y cómo fue posible alcanzar el éxito gracias a negocios ilícitos por seguro, distribución de drogas, robo o cualquier otra forma de ganar dinero en forma deshonesta; Nunca se podrá aceptar el que un individuo rompa el círculo y salga de la mediocridad en forma honesta, a fuerza de trabajo y habilidad en sus finanzas.
No es de extrañar que gente en busca de trabajo llega a solicitarlo a diferentes empresas y el tan solo ver a la mayoría de trabajadores hispanos laborando allí es sinónimo de bajo sueldo, trabajo esclavizante, no prestaciones y desde luego la nula aspiración a un mejor puesto algún día; Y es que aún hoy día muchas empresas que otrora tuvieran puro trabajador ilegal siguen tratando a los hispanos como si no estuvieran legalmente en este país; Siempre la misma imagen, gente anglosajona en la dirección o puestos ejecutivos, gente negra en las oficinas y desde luego hispanos en el patio o la fabrica.
Rarísimos son los casos de empresas que valoran al trabajador hispano y le tratan igual que a cualquier otro trabajador de otro grupo étnico, más debemos entender que nuestra gente está casi en su totalidad reacia a aprender el lenguaje de este país, y este es un hecho que sin lugar a dudas minimiza nuestra oportunidad a aspirar a mejores puestos o trabajos especializados que requieren de comunicación y dominio 100% del idioma inglés, creando la imagen del hispano asociada equívocamente a la ignorancia.
Afortunadamente las generaciones de hispanos nacidos en éste país han venido cristalizando y realizando los sueños de sus padres, y así poco a poco han ido ganando terreno en todos los campos de trabajo en Los Estados Unidos, así como también se han logrado grandes avances en el aspecto político y social en donde nuestra gente va mostrando su valía, entereza, empuje y visión de un futuro dentro de esta maquinaria.
Quizás nuestra generación no verá realizado en su totalidad el sueño de una tierra con igualdad de oportunidad, pero no hay duda que las futuras generaciones de hispanos se encargarán de reclamar su lugar y espacio en la historia de este país.

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