EL DOGMA DE LAS SEIS PPPPPP.
Hablaremos ahora del dogma de las seis P, ningún otro dogma ha producido mas daño a las congregaciones que este, además de producir que los que están afuera no entren a las congregaciones donde se pueden convertir a Cristo y formar parte de su iglesia, estos dogma de tortura y martirio expulsan a muchos de los que ya están dentro de la congregaciones, sea con critica directa o algún familiar o amigo de los miembros de la congregaciones que casi siempre el atacador principal es el pastor tratando erradamente de hacer vivir el evangelio de la seis P.
Las cuales son el evangelio de predicación de: PLAYA, PISCINA, PELO, PANTALONES, PINTURA Y PANTALLA este falso dogma aceptado en su mayoría por la congregaciones pentecostales no deja vivir en paz a sus miembros y esta predicaciones han lacerado la conciencia de muchos que aunque la han aceptado la desean, muchos lo hacen a escondidas para que el pastor no lo vea o alguien de la congregación. Cuando se predica un evangelio dogmático de el se puede sin respuestas bíblicas bien empleadas no fuera de contexto para justificar un texto produce muerte en vez de vida.
El uso de playas y de piscinas, Jesús se pasaba mucho tiempo en las playas, predicaba ahí, se montaba en las barcas, bueno no fue a una piscina porque en su tiempo no era común, pero los grande jerarcas como Herodes tenían, Herodes construyo una en Masada y de donde lo vio él, pues claro de los Cesares Romanos que a su vez lo copiaron de los Griegos. Cual es el pensamiento de la maldad de ir a las playas, de que las mujeres están con poca ropas, bueno los hombres también, pero si usted va a la playa o a la piscina con el sentir de ver lo que no tiene que ver usted esta en problema y no necesita ir a ningunos de esos lugares porque el problema esta en usted, y temo que no podrá salir de su casa porque mujeres y hombre casi desnudos están hoy en todos lados. En la TV, en las revistas y hasta en las congregaciones.
Así que todas las cosas Dios la creó para nosotros, nosotros somos con nuestra forma de pensar que dañamos todo “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:15) y además tendremos mar en el cielo y rió en la nueva Jerusalén “Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás” (Apocalipsis 4:6); “Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios” (15:2); “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero” (22:1)
El uso de pantalones y pinturas, en las Sagradas Escrituras no se registra la palabra pantalón, ni tampoco la Biblia dice que la mujer no use pantalones ya que el pantalón no es costumbre oriental, sino costumbre de occidente; este pensamiento mal razonado de aquellos que la tienen cogida con las mujeres y que le echan la culpa a Pablo de decir semejante disparate están equivocados en su aplicación teológicas ya que el apóstol no menciona la palabra pantalón en ningunas de sus epístolas, tampoco el Antiguo, ni el Nuevo testamento, ya que en ningunas de las épocas en Oriente medio o largo se conoció esta prenda de vestir de nacimiento Occidental; pero si Dios prohíbe a la mujer usar ropas de hombres, y a los hombres usar ropas de mujer, veamos.
“No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace” (Deuteronomio 22: 5) así que el apóstol Pablo como tiene tan mala fama de machista en la sociedad moderna femenina se le pega todo., pero el varón de Oriente no usaba pantalones, sino vestidos estilo túnica y un estilo de faldas o faldetas de diferente formato entre varones y hembras Jesús tenia una de estas túnicas.
Entones lo que la Biblia prohíbe es el uso de ropas del sexo opuesto, sin embargo en occidente donde el hombre usa pantalones, las mujeres también los usan pero no son iguales los pantalones para mujeres que los hacho para los hombres, así que tenemos que definir que hay pantalones de hombres y pantalones de mujeres; el pecado seria usar un hombre los pantalones hecho para mujer y usar la mujer pantalones o ropas hecha para hombre. De todos modos Dios hace esta prohibición por la similitud que había en oriente en esos tiempos de la ropas de hombres y mujeres; y Dios quería proteger la diferenciación sexual para evitar la perversión, inmoralidad y la inmodestia que podía llegara hasta la acera de la homosexualidad y el lesbianismo.
La pintura, lustración o acicalamiento, esta practica es de tiempos inmemoriales en las mujeres, las egipcias y asirías usaban pintura como doméstico, con ella se pintaban las pestañas y se delineaban los palpados de los ojos con un polvo negro que lo humedecían aceite o jugos de frutas agrias. Las mujeres judías se pintaban y se acicalaban el rostro, aunque el pensamiento dogmático de algunos grupos pentecostales a las que usan esta practica es llamarle Jezabel a las mujeres que se maquillan dentro de las congregaciones, la pintura o el acicalamiento no era donde estaba el mal de Jezabel, sino en su maldad misma.
“Vino después Jehú a Jezreel; y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana” (2 Reyes 9:30) “Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida” (Jeremías 4.30) “Además, enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los cuales había sido enviado mensajero, y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus ojos, y te ataviaste con adornos” (Ezequiel 23:40).
La mujer judía cuando se iba a casar tenia que estar bien acicalada, esta practica era cara y no estaba al alcance de las mujeres pobres, así que tenían a la hora de casarse que pedir prestado dinero o cambiar animales para conseguir un lustrador que se encargaría de ponerle el rostro brillante y lustroso con un lustre que asemejaba al mármol.
El salmista David hablándole al pueblo de Dios dijo “Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio” (Salmos 144:12) “Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron” (Jeremías 5:28), “Sus nobles fueron más puros que la nieve, más blancos que la leche; Más rubios eran sus cuerpos que el coral, su talle más hermoso que el zafiro” (Lamentaciones 4:7), así que el pensamiento dogmático de que es malo que la mujer se maquille no tiene fundamento de ser pecado aunque en Isaías Capitulo 3 Dios se lo suspende temporalmente como una reprensión de los que hicieron en Isaías cap 2 y esto los hizo para que entendieran que las cosas buenas que tenían él se la había dado.
Hablemos ahora del pelo y el uso de joyas, así que cuando el apóstol pablo habla en el capitulo 11 de primera de Corintios no esta escribiendo que los que se cortan el pelo o no se lo cortan pierden su salvación, él esta dando una opinión, ya que él dice que al varón le he deshonra dejarse crecer el cabello y a la mujer cortárselo.
Pero pablo esta en el momento que escribe estaba a la moda del momento de los Romanos que se cortaban el pelo cosa que aprendieron de los Griegos que fueron los primeros en usar este tipo de corte bajito casi al rape que se ve en occidente, claramente cultura oriental de Europa traída América por los Españoles, ya que Grecia y Roma le sirvieron de modelo a Europa. Pablo esta hablando de la moda nueva, ya que desde Adán hasta Jesucristo los hombres usaban barba y cabello largo, y aunque se lo cortaban duraban hasta que el cabello crecía como en el caso de Absalón hijo de David “Cuando se cortaba el cabello (lo cual hacía al fin de cada año, pues le causaba molestia, y por eso se lo cortaba), pesaba el cabello de su cabeza doscientos siclos de peso real” (2 Samuel 14: 26) claro esta entonces que todos los hombres ante de Pablo tenían cabellos largos.
Los judíos no debían raparse la cabeza que se parecieran a los dioses paganos que el pelo de sus cabezas estaba cortado al rape, pero tampoco podían parecer nazareos con el pelo extremadamente largo, así que el pelo se usaba entre termino medio, ya que para el hombre judío el cabello era muy importante y se cuidaba mucho para ser usado en una fiesta o celebración donde se tenia la costumbre de ungir el pelo con aceite “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando” (Salmos 23:5) “No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies” (Lucas 7:46).
Las mujeres hebreas usaban el cabello largo, el Talmud registra que las mujeres usaban peinetas y pendientes para el pelo, las mujeres egipcias y asirías usaban peinados complicadísimos y muy ostentosos para competir con otras en las reuniones y fiestas, además usaban estas mujeres piedras preciosas en el cabello para llamar la atención.
Esta es la razón por la cual los apóstoles Pablo y Pedro los apóstoles de las dos P le llamaron la atención a las mujeres judías para que sus atavíos y peinados no fueran con ostentación como las egipcias y asirías por competencia externa, claro que la recomendaciones de los apóstoles no para que no se arreglaran, ni se peinaran, sino para que la actitud de arreglarse no fuera para competir sino modesta para Dios, sin orgullo ni pretensión, las cuales puede hacer pecado cualquier cosa que se tenga o se use con ese propósito.
“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos” (1 Timoteo 2:9) “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos” (1 Pedro 3.3 ) en primera de Corintios 11 Pablo habla del cabello largo de la mujer como un velo, Fred H. Wight, y Flavio Josefa escriben que el cabello largo era una honra de distinción y belleza para la mujer judía, mas de ninguna manera se habla de que la mujer que se corte el pelo pierde su salvación, mas bien el apóstol dice que le es deshonroso, así que con cabellos o sin él no dejaran de ser mujeres, ya que en el capitulo 3 de Isaías Dios como castigo a las faltas cometidas contra él le dice que las mujeres se le caerá el pelo para quitarle lo que mas les gustaba y apasionaba la vanidad de mujeres que eran sus cabellos y sus joyas y maquillajes.
“Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies; por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus vergüenzas. Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados” (Isaías 3.16-23).
Este decreto no es porque usar estas cosas sean pecado, porque todo esto Dios se lo había dado desde Egipto de donde salieron cargados de oro y de riquezas por el despojo que Dios le hizo a los egipcios para que su pueblo no se fuera con la manos vacía después de servirle por mas de cuatrocientos años, sino porque se olvidaron del Dios que le dio todas estas cosas.
El uso de joyas por Dios, hombres y mujeres, el mayor problema aquí es la condena completamente de los que usan joyas en las congregaciones, echarle al oro o adorno mal de contaminación, o elemento de que Dios aborrece las prendadas y el oro, cuando todos lo que Dios mandaba a construir para él tenia que tener oro, piedras preciosas incluyendo al sumo sacerdote. Veamos el pensamiento de Dios en este asunto.
“Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas…Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa.
Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás…Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo…Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro…También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios” (Éxodo 25:24-26, 28-29, 31, 36, 38-39).
Veamos ahora como Dios piensa y ordena que tiene que vestir el sumo sacerdote de Dios “Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes. Tomarán oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, y harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa…
Y su cinto de obra primorosa que estará sobre él, será de la misma obra, parte del mismo; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel… De obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro…
Harás, pues, los engastes de oro, y dos cordones de oro fino, los cuales harás en forma de trenza; y fijarás los cordones de forma de trenza en los engastes. Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido… y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; la segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante; la tercera hilera, un jacinto, una ágata y una amatista; la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe.
Todas estarán montadas en engastes de oro… Harás también en el pectoral cordones de hechura de trenzas de oro fino. Y harás en el pectoral dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral… y pondrás los dos extremos de los dos cordones sobre los dos engastes, y los fijarás a las hombreras del efod en su parte delantera. Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral, en su orilla que está al lado del efod hacia adentro.
Harás asimismo los dos anillos de oro, los cuales fijarás en la parte delantera de las dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su juntura sobre el cinto del efod” (Éxodo 28:4-6, 8-9, 11, 13-15, 17-20, 22-23, 25-27).
Y reinaremos y viviremos con el Señor en ciudad llena de oro y piedras preciosas: “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido… teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal...El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro…
El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio” (Apocalipsis 21:2, 11, 15, 18-21) explíquese usted mismo ¿Cómo un padre le prohibirá como malo a su hijo algo que él usa y vive?
Entre los hombres y mujeres era común de usar prendas y ornamentos de vestir desde tiempos muy antiguos pero creo apropiado dejar que sea la misma Escrituras la que ponga el punto de vista, no el mío para que los de pensamientos retrogradas sobre este punto se den cuenta de que esto se ha usado antes de nuestro moderno tiempos. Quiero expresar que aunque en muchos textos de los que van a leer se amonesta a la persona envuelta, la amonestación no es por el uso de prendas sino por el acto mismo que continua luego de la mención de las prendas.
El uso de joyas Para matrimonios, “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61.10), “¿Se olvida la virgen de su atavío, o la desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días” (Jeremías 2:32),
“Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido” (Apocalipsis 21:2), “Y sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre” (Génesis 24:53), “Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido” (Salmos 45:13), “Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza” (Ezequiel 16:11-12).
El uso de joyas en las mujeres, “Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez…Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente” (Gen.24.22, 30),
“Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes” (Isaías 3:18-19), “Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar” (Ezequiel 16:11-13),
“Y les dijo Gedeón: Quiero haceros una petición; que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues traían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas). Ellos respondieron: De buena gana te los daremos. Y tendiendo un manto, echó allí cada uno los zarcillos de su botín. Y fue el peso de los zarcillos de oro que él pidió, mil setecientos siclos de oro, sin las planchas y joyeles y vestidos de púrpura que traían los reyes de Madián, y sin los collares que traían sus camellos al cuello” Jueces 8:24-26), “Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón” Éxodo 32:2-3).
El uso de joyas en los hombres, los varones judíos llevaban brazaletes, aros, cadenas y collares de diferentes clases, esta práctica era común en el oriente medio entre mujeres y hombres que lo usaban de adorno en demostración de dignidad.
“Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello…Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado” (Génesis 41.42; 35.4),
“Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino. Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase” (Daniel 5:29; 6.17),
“Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová” (Números 31:50),
“Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová” (Óseas 2:13), “Yo entonces me puse sobre él y le maté, porque sabía que no podía vivir después de su caída; y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la argolla que traía en su brazo, y las he traído acá a mi señor” 2 Samuel 1:10.
COPYRIGTH: DR. RAMON MURRAY
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