¿Cuántas veces te has reído hoy?
EE.UU., (ORBITA).- ¿En apenas dos ocasiones? ¿Una sola vez? ¿Ninguna? Si no cambias de actitud y aprendes a tomarte la vida de otro modo, es poco probable que seas feliz. Para disfrutar de cada momento, disolver el estrés y superar los problemas, es indispensable desarrollar el sentido del humor: la más barata medicina natural.
Sabías que un minuto de risa equivale a 45 minutos de relajación, o que un antiguo proverbio chino afirma que para estar sano hay que reírse al menos 30 veces al día?
¡Búrlate de ti mismo, no temas el ridículo, cultiva el absurdo, busca lo bueno en lo adverso, desdramatiza tus miedos e ideas irracionales, juega con la imaginación, comete alguna locura de vez en cuando, descubre tu faceta cómica, rodéate de buen humor, no exageres la importancia de las cosas…!
Son algunos de los ingredientes de esa deliciosa tarta, ante la cual a todos se nos “hace agua la boca” y que querríamos disfrutar, bocado a bocado, sin que jamás se agotara: ¡la felicidad!
El buen humor es uno de los mejores y más accesibles recursos para disfrutar de la vida, incluso aunque soplen vientos adversos. He aquí algunos consejos de los psicólogos, para reír más y mejor.
• Carcajadas contra temores.
El humor es una excelente estrategia para desactivar los miedos irracionales, como los temores a no dar la talla, a fracasar, a que las cosas salgan mal, a que otros no compartan nuestra opinión, a no ser amados, a asumir la responsabilidad de nosotros mismos o a admitir las propias debilidades.
Enciérrate en un lugar donde no te molesten, túmbate boca arriba cómodamente, y manteniendo una respiración lenta, tensa los músculos de la cara: haz todas las muecas que sepas o puedas: como inflar los mofletes, arquear las cejas, apretar los dientes, arrugar la nariz. Después, relájate y recuerda que nadie te está viendo. Verás como todos los músculos del cuerpo se relajan y habrás dado un gran paso para reírte de ti mismo.
• Aprende a relativizar los inconvenientes.
Los hechos pueden valorarse siempre desde varios ángulos y puedes buscar nuevas formas de interpretarlos, y encontrarles el “lado positivo”. Utiliza la ironía en tu favor, piensa que nada es absoluto y adopta un estilo mental más flexible y tolerante. Si tienes que dejar el coche durante mucho tiempo en el taller, piensa que ello te dará la oportunidad de leer un buen libro y mirar la ciudad desde el transporte público, evitando el estrés del volante.
Además, para reírse de los problemas diarios y evitar que nos amarguen la vida, el experto estadounidense Allen Klein y el psicólogo español José Elías, que dan cursos sobre el uso terapéutico del humor, proponen:
…olvida los problemas invirtiendo la fórmula buena noticia/mala noticia. Empieza por anunciar la mala y luego conviértela en buena: por ejemplo: la mala es que tu marido se ha fugado con tu mejor amiga, la buena es que ahora tendrás que comprar dos regalos menos en la próxima Navidad.
…busca apoyo para enfrentarte a algo que parece insuperable. Reúne a varios amigos, exponles el problema y pídeles que te propongan soluciones al azar, con respuestas cortas y sin mucha reflexión previa, sin importar lo absurdas o estúpidas que parezcan; anímalos a que expongan sus ideas más graciosas.
…descubre tu sentido del humor.
No eres indefectiblemente una persona seria o graciosa: al igual que cualquiera otra capacidad, la visión humorística se puede desarrollar. Muchas veces no cuentas o recuerdas los chistes, porque no pones interés, sientes que no son afines a ti, no confías en tu habilidad o te has hecho a la idea de no recordarlos. Si cambias tu actitud los recordarás.
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