Los primeros cien días del mandato del Sr. Presidente Barack Obama.
Los primeros cien días del mandato del Sr. Presidente Barack Obama.
No ahondaré, es más, ni siquiera me aventuraré a emitir un punto de vista o verter mi opinión sobre los primeros 100 días del gobierno de nuestro flamante nuevo presidente; pero si usaré el tema de ocasión para mostrar en perspectiva el siguiente tema: Las 100 últimas horas transcurridas del mandato de Barack Obama.
En las 100 últimas horas transcurridas de éste su mandato 500 familias en los Estados Unidos de América han perdido sus casas y junto con ellas probablemente también se ha esfumado el sueño americano de un hogar propio.
A un alarmante promedio de 5 casas embargadas por hora, la actual economía de éste país, observa casi indolente la implacable máquina trituradora de los bancos y compañías de prestamos demoler sin misericordia alguna una de las piedras angulares que conforman el basamento de toda sana economía: El derecho a la propiedad de vivienda.
Nuestro flamante y bien articulado de palabra Sr. Presidente nos ha comunicado que él en lo personal se siente bastante complacido con los logros obtenidos en tantos y tan variados ámbitos durante éstos 100 primeros días y creo que la mayoría de analistas políticos de todo el mundo no podrán menos que aplaudir en apruebo a la forma en que se ha desempeñado el mandatario estadounidense en el actual circo internacional.
Sin embargo en casa se está viviendo un drama de consecuencias devastadoras: El terrorismo económico.
El terrorismo económico en los Estados Unidos de América.
El gobierno de Barack Obama propuso un “plan de rescate económico” para tratar de “salvar” la economía de éste país, y tenemos que hacer un énfasis en el hecho de que las palabras rescate y salvación en éste caso son ni mas ni menos que aplicadas a un secuestro perpetrado por terroristas.
Quien te vende una casa por 400,000 dólares, te exprime tu dinero por 2 o 3 años con una hipoteca de quizás alrededor de 2,500 o 3,000 dólares mensuales, y actualmente te reevalúa el costo de la misma en 140,000 dólares y aún así exige el cumplimiento al pie de la letra por el resto de la vida del préstamo sin esperanza de negociación merece justamente que se le llame terrorista; Quien ha secuestrado tu dinero y tus sueños, quien te hace llamadas de amenaza, quien establece reglas inflexibles, quien opera impunemente y lucra con el miedo como arma es aquí y en China, un terrorista.
Todos sabemos del problema y quien y que lo originó, entonces.. Por que esta elite de sanguijuelas que se llenaron sus carteras de el dinero de trabajadores esforzados siguen impunemente y día a día y a un paso inexorable de 5 casas embargadas por hora a nivel nacional aterrorizando a la población?
Un plan de juguete con la inocencia de un niño de 4 años ofrece a los dueños de casa con “un buen record de pagos” la opción de extender la vida del prestamo hasta 30 años si es que la actual hipoteca es inferior en años por pagar; Y yo pregunto: con un nivel de desempleo tan rampante... quién se encuentra al corriente con un buen record de pagos? Que clase de burla es esta?
Quizás estamos peleando una guerra sucia en Irak con un costo actual de 3 trillones de dólares contra terroristas de Al-Qaeda y el Talibán cuando aquí en América tenemos muchos malhechores que te vendieron una casa en 400,000 dólares, te la reevalúan en 140,000 dólares y si te retrasas 2,000 dólares o un pago.... te la embargan y la rematan por 40,000 en una subasta.
Dicen que la esperanza es lo último que muere y francamente quisiera pensar que el Sr. Presidente lee los periódicos diariamente y conoce las historias de quien ya perdió su casa o ha sido estafado por una compañia ficticia que prometió algo imposible hoy en día: negociar una deuda; o quizás la historia de la familia que ha perdido todo a raíz de la pérdida del empleo de uno o de los dos cónyuges; quisiera escuchar a éstas personas sobre cual es su sentir y opinión de los 100 primeros días de gobierno y que calificación le adjudican a nuestro mandatario cuando precisamente se los han pasado la mayor parte de ellos sin trabajo y quizás también sin casa.
COPYRIGTH: Marco A Uresti, Th. B.
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